23.3.08

Examen sorpresa

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La siguiente parte del Especial es muy importante, así que antes de empezar con ella voy a plantearos un pequeño test. Por favor, las cajoneras vacías, las mochilas cerradas y en el suelo, y separad las mesas. Kalimero, por meterte con la profe el otro día, en la primera fila. Las hojas boca abajo hasta que estén repartidos todos los exámenes. Empezamos.




A.- ¿Cómo se llamaba el niño que fue sorbido por un tubo en "Charlie y la Fábrica de Chocolate"?

B.- ¿Y el niño glotón que fue la primera víctima del Ratonizador de las malvadas brujas inglesas?

C.- El padre de la niña que lo tiene todo (incluyendo dos perros, cuatro gatos, seis conejos, dos periquitos, tres canarios, un loro verde, una tortuga, una pecera llena de peces, una jaula de ratones blancos y un estúpido hámster) tiene una fábrica. ¿De qué?

D.- Jeremy Irons fue el protagonista de una película basada en un libro de Roald Dahl. ¿De cuál?

E.- ¿Cuál era el nombre original de los Maltesers?

F.- ¿En qué ave convertían las brujas inglesas a los niños, justo antes de la temporada de caza?

G.- ¿Cuál es la bebida favorita del Gran Gigante Bonachón? (cuidado, ¡puede darte popotraques!)

H.- ¿Cómo se llama el enamorado de la señora Silver (y secuestrador de Alfie... por una buena causa)?

I.- ¿Qué tipo de chocolate, inventado por Willy Wonka, es el mejor para comer en clase?

J.- ¿Qué abuelo fue con Charlie a la fábrica de chocolate?

K (contiene la K).- De las dos horribles tías de James, ¿cómo se llamaba la alta y huesuda, que tenía la voz chillona y cada vez que se enfadaba o excitaba, al hablar salía de su boca una fina llovizna de saliva?

L.- ¿Qué deporte olímpico practicaba la directora del colegio de Matilda, entrenando con los niños (en el sentido más literal de la palabra)?

M.- ¿Qué comieron James y sus amigos mientras viajaban a Nueva York?

N.- ¿Qué pelan las ardillas de Willy Wonka?

Ñ (contiene la Ñ) .- ¿Qué huele, para las brujas, a caca de perro?

O.- ¿Cuál era la base de la alimentación de los Oompa-Loompas en Loompalandia?

P.- Las brujas, para confundirse entre las mujeres de verdad, usan algo que les da un picor terrible, y cuando creen que nadie mira se rascan compulsivamente. ¿Qué es?

Q.- ¿Cómo llamaba Dahl a su ilustrador favorito?

R.- ¿Quién pidió huevos fritos, bacon, salchichas y patatas fritas para el GGB?

S.- ¿Cuál es el primer plato del chicle que es una comida completa, inventado por Willy Wonka?

T.- ¿Cuál es la relación de la señorita Trunchbull con la señorita Honey?

U.- ¿Cuántas chocolatinas recibía Charlie por su cumpleaños?

V.- ¿En qué trabaja el padre de Matilda?

W.- ¿Quién es el chocolatero más increíble, más sorprendente, más extraordinario del mundo?

X.- ¿Qué bebida amarga elaborada por los incas fue lo primero que se hizo en la Historia con sabor a chocolate?

Y.- Roald Dahl también fue guionista de cine. Entre otras cosas, adaptó una novela de Ian Fleming para una de las películas de James Bond. ¿Cuál es el título original de esta película?

Z.- ¿Qué prenda de ropa (o complemento) es terriblemente incómoda para las brujas?

16.3.08

Su versión de los hechos (II)

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Un día, hablando de personajes de cuentos infantiles con Estrella, llegamos a una conclusión: Ricitos de Oro no es trigo limpio. Y desde entonces hemos encontrado varios indicios de que llevábamos razón. ¿Quieres saber por qué?



RIZOS DE ORO Y LOS TRES OSOS

¡Jamás debió ponerse en un estante
una bellaquería semejante!
¿Cómo una madre amante y responsable
puede dejar la historia detestable
de esta malvada niña entre las manos
de unos retoños cándidos y sanos?
Si de mí dependiera, Rizos de Oro
estaría entre rejas como un loro...
Imagínense ustedes qué gracioso
resulta hacer potaje para oso,
café y bollitos con su mermelada
y, con la mesa puesta y preparada,
que diga Papá Oso: ¡Mil cornejas!
¡La sopa está que quema las orejas!
Vamos a darnos un paseo juntos
hasta que este potaje esté en su punto.
Además, caminar un buen ratito
nos abrirá mejor el apetito .
Ninguna ama de casa se opondría
a propuesta de tal sabiduría
y menos con el genio singular
de un oso cuando es hora de almorzar.

Pues bien, en cuanto dejan la mansión
se cuela Rizos de Oro en el salón
y, cual reptil sinuoso y repelente,
lo curiosea todo soezmente.
Al punto ve el potaje apetitoso
que puso en los tres platos Mamá Oso
y, en menos tiempo del que aquí se cuenta,
sobre ellos se abalanza violenta.
Imagínense, insisto, qué faena,
después de preparar cosa tan buena,
que acabe en el estómago incivil
de alguna delincuente juvenil.


¡Y no acaba ahí la cosa!, lo mejor
viene a continuación de lo anterior.
Como mujer de hogar que usted se siente,
ha ido con todo amor, pacientemente,
coleccionando muchos trastos viejos:
un angelote manco, dos espejos,
tres sillas y un armario estilo imperio
comprados en subasta y, lo más serio,
una silla de niño isabelina
que un día heredó usted de su madrina.
Es esa silla orgullo, prez y gloria
de su querida casa y no hay historia
que usted no cuente de ella y se derrita
cuando la enseña ufana a las visitas.
Pues, como iba diciendo, Rizos de Oro
sin el menor recato ni decoro
coloca su trasero gordinflón
sobre la silla histórica en cuestión
y, como no le importa tres pepinos
el mobiliario estilo isabelino,
se carga en un segundo malhadado
de su salón el mueble,más preciado.
Cualquier niña diría: "¡Qué desgracia!
¡Merezco un buen castigo por mi audacia!".
Pero no Rizos de Oro que, al contrario,
exhibe su peor vocabulario:
"¡Maldito cachivache!" y otras cosas
que, de tan malsonantes y espantosas,
no puedo ni me atrevo a transcribir
ni creo que se deban imprimir.

Ustedes pensarán que aquí termina
su expedición fatal nuestra heroína...
Pues yo lo siento mucho, amigos míos,
pero no acaba aquí todo este lío.
La miserable quiere echar la siesta,
así que va a mirar dónde se acuesta.
Sube a los dormitorios de los osos,
compara qué edredón es más lanoso,
los prueba del derecho y del revés,
y se echa en el más blando de los tres.
Como sabéis, la gente de provecho
se suele descalzar cuando va al lecho,
pero con Rizos de Oro no hay enmienda
ni se le ocurre cosa que no ofenda.
Podéis imaginaros lo muy guarros
que estaban sus zapatos, cuánto barro
pestífero llevaban en las suelas.
Hasta algo que hizo un perro y, por que huela
tan sólo a tinta el libro, uno se calla....
Y, digo una vez más: ¿Es que no estalla
cualquiera a quien un monstruo dormilón
le ponga hecho una cuadra su edredón?

¿Os dais cuenta cabal de la cadena
de crímenes tramados por la nena?
Crimen número uno: la acusada
comete allanamiento de morada.
Crimen número dos: el personaje
se queda con tres platos de potaje.
Crimen número tres: la muy cochina
destroza una sillita isabelina.
Crimen número cuatro: la madama
se limpia los zapatos en la cama...

Un juez no dudaría ni un instante:
¡Diez años de presidio a esa tunante! .
Pero en la historia, tal como se cuenta,
la miserable escapa tan contenta
mientras los niños gritan, encantados:
¡Qué bien; Ricitos de Oro se ha salvado!.

Yo, en cambio, le daría otro final
a un cuento tan infame y criminal:
"¡Papá!", grita el Osito "estoy furioso.
No tengo sopa". "¡Vaya!" dice el Oso.
"Pues sube al dormitorio: está en la cama,
metida en la barriga de una dama,
así que no tendrás más solución
que dar cuenta del caldo y del tazón".

14.3.08

Al lado de un gran escritor para niños...

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... casi siempre hay un gran ilustrador. Normalmente hay más, y Roald Dahl tenía bastantes colaboradores que daban color a sus libros (como, por ejemplo, Faith Jacques o Joseph Schindelman para "Charlie y la fábrica de chocolate"). En mi caso, el estilo de dibujo de un hombre fue la primera pista para detectar los libros de Dahl en mi casa. Y este hombre es Quentin Blake.

Gracias a él, en nuestra cabeza Matilda tiene los ojos de punto, las brujas son horribles mujeres calvas con verrugas peludas y vestidos elegantes (y con pies cortados a pico... ya hablaremos de eso), y los cretinos llevan barbas largas y puntiagudas donde guardan la comida para luego.

Matilda subida en una montaña de libros


Además de ilustrar a Dahl (y de escribir sus propios libros para niños), Quentin Blake le ha puesto cara a la imaginación de muchos otros. En concreto, a raíz de este Especial, Estrella apareció un día con uno de sus libros preferidos, y resulta que está ilustrado por él. ¡Una grandísima sorpresa!



Y por último, me gustaría enseñarte un pequeño tesoro que me regalaron hace poco. Es una edición muy especial del cuento de "El traje nuevo del emperador"... ¡editada por Steven Spielberg! Esta versión del cuento incluye narraciones desde distintos puntos de vista, contadas por grandes personalidades del mundo del espectáculo. Puedes encontrar al mismo Spielberg haciendo de niño sincero, a Harrison Ford y a su mujer (el libro es de la época pre-Calista) en la piel de los ladrones tejedores... un lujo, vamos. Y cada personaje ilustrado por un dibujante distinto, ¡y de qué forma! (no te pierdas la parte de la Emperatriz).

Todo esto viene a que, claro, Quentin Blake participa en este proyecto. ¿Que a quién ilustra? Pues a la pequeña polilla cotilla que va de un personaje a otro.


¿Se te ocurre alguien mejor?
Se entera de todo y se come la ropa cara de las señoronas ^^

10.3.08

El tío Oswald

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Sabemos que Dahl es un gran narrador infantil, y sus historias sacan al niño vengativo que llevamos dentro cuando el malvado se lleva su merecido por subestimar al pequeño protagonista. Pero no siempre fue así.

Roald Dahl descubrió que tenía un talento especial para la escritura relativamente tarde, pero empezó a escribir historias para niños aún más tarde, cuando él mismo tuvo hijos. Y en ese intervalo de tiempo nos regaló cuentos deliciosos para adultos con un regusto final a almendras amargas.


Lo que más me sorprendió de esta etapa es que Dahl tomara la expresión para adultos de forma tan literal. Puedes encontrar, entre otras, una novela ("Mi tío Oswald") y un libro de cuentos ("Switch Bitch / El gran cambiazo") que pasean por lo erótico sin perder ese punto de burla maléfica que ronda por el resto de su obra.


Hace poco cayó en mis manos "Switch Bitch" (aquí, otras portadas... la mía es la mejor xD), y tengo que decir que los cuentos me han gustado más de lo que yo esperaba (tienes una sinopsis aquí, son los cuatro primeros). Dos de ellos ("El visitante" y "Perra") están protagonizados por el incalificable y millonario tío Oswald, a quien su sobrino parece admirar profundamente; mi favorito, en dura puja con "El visitante", podría ser "El gran cambiazo", porque me gustan los planes secretos casi tanto como los lujos orientales. Y "El último acto"... de alguna manera me identifiqué con la protagonista, y me dejó un poco hecha polvo.

Como muestra, un botón. Te dejo, entonces, con "El visitante". El tío Oswald estará encantado de darte una vuelta en su Lagonda ;)



Roald Dahl - "El Visitante"

A pesar de coleccionar arácnidos y bastones, Oswald era irresistible.

8.3.08

Su versión de los hechos

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Hace ya tiempo recopilé algunas versiones del cuento de Caperucita (puedes ver la mía y un enlace al tema en la columna de la derecha), y me sorprendió ver que incluso los Looney Tunes tenían su propia idea de la historia (con lobito amnésico y todo xD).

Y me encontré con Cuentos en verso para niños perversos, y fue demasiado tentador como para resistirse. Rimas absolutamente pegadizas, con geniales ilustraciones de Quentin Blake (que tendrá su rinconcito aquí) y ese regusto raro que dejan siempre las historias de Roald Dahl, que no es miedo, ni pena, pero... Y además, la traducción de los cuentos (a cargo de Miguel Azaola) parece hecha a medida para leerla a los pequeños de la casa. Aunque depende de ti que quieran conocer a esta Caperucita...



CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO

Estando una mañana haciendo el bobo
le entró un hambre espantosa al Señor Lobo,
así que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.
“¿Puedo pasar, señora?” , preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó
pensando: “¡Éste me come de un bocado!”.
Y, claro, no se había equivocado:
se convirtió la Abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
que al Lobo no le fue de gran ayuda:
“Sigo teniendo un hambre aterradora...
¡Tendré que merendarme otra señora!“.
Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:
“¡Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva!”
que así llamaba al Bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España .
Y porque no se viera su fiereza,
se disfrazó de abuela con presteza,
se dio laca en las uñas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sentó en espera de la nieta.

Llegó por fin Caperu a mediodía
y dijo: “¿Cómo estás, abuela mía?
Por cierto, ¡me impresionan tus orejas!”.
“Para mejor oírte, que las viejas
somos un poco sordas”. “¡Abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!”. “Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que pueda verte Don Ernesto
el oculista”, dijo el animal
mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
iba a saberle mil veces más rica
que el rancho precedente. De repente
Caperucita dijo: “¡Qué imponente
abrigo de piel llevas este invierno!”.
El Lobo, estupefacto, dijo: “¡Un cuerno!
0 no sabes el cuento o tú me mientes:
¡Ahora te toca hablarme de mis dientes!
'¿Me estás tomando el pelo ... ? Oye, mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa”.
Pero ella se sentó en un canapé
y se sacó un revólver del corsé,
con calma apuntó bien a la cabeza
y ¡pam! alli cayó la buena pieza.

Al poco tiempo vi a Caperucita
cruzando por el Bosque... ¡Pobrecita!
¿Sabéis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz
que a mí me pareció de piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bobo.

5.3.08

Empieza el viaje

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"Quien no cree en la magia, nunca la encontrará"
- Roald Dahl


Ven, aquí tienes sitio. ¡El coche hace un poco de ruido, pero espero que me oigas!

Un día, alguien me preguntó por mi escritor favorito, y no supe qué responderle. En cuanto volví a casa repasé las cubiertas de mis libros, fijándome por primera vez en algo más que el título y el dibujo de la portada. Y redescubrí a Roald Dahl.

Sin saberlo, ya le conocía. Me había enseñado a desconfiar de las mujeres con guantes, que una comida completa (primero, segundo y postre) puede caber en un chicle y que el lenguaje secreto de las tortugas es más fácil de lo que parece, entre otras muchas cosas.

Mira, ya casi estamos. El caso es que investigué, pregunté, leí, y más cosas, y al final me convertí en "chica para todo", que al final es lo más divertido. Y no sabes lo que me costó hacerme con los mandos de este coche... Cuidado, cuidado, espera a que aterrice del todo... ¡Ya está! Primera parada: la Cabaña.


Casa de la señorita Honey

Pasa, ponte cómodo. ¿Té? Aquí tienes unas pastitas, para acompañar. Mientras merendamos, te cuento. Tu premio consiste en una visita a los mundos creados por Roald Dahl. Habrá muchas personas en el camino, cada una con su historia, y seguro que algunas te resultan más que familiares. También puede que te encuentres con algo que no esperabas, o que descubras tu siguiente lectura. ¿Quién sabe?

Yo tampoco sé el camino, pero espero, como chica-para-todo que te acompañará en esta visita, que disfrutes enormemente :)

ÍNDICE
- Su versión de los hechos.
- El tío Oswald.
- Al lado de un gran escritor para niños...
- Su versión de los hechos (II).
- Examen sorpresa

La cabaña es un lugar perfecto para esconderse de la Trunchbull

3.3.08

¡Has encontrado el último Billete Dorado!

2 comentarios

¡Cordiales saludos para ti, el afortunado descubridor de este Billete Dorado, de parte del señor Willy Wonka!


¡Oh! ¡Pero esto es fantástico! Este billete va a ser tu salvoconducto para entrar en un mundo increíble, ya verás. Fábricas maravillosas de chocolate, una abuela y un nieto que luchan contra las brujas... Y también pícaros catadores de vino y esposas siniestras que cocinan cordero. Hay sitio para todo. ¿Pero qué haces ahí parado? ¡Prepárate, que empezamos!
Willy Wonka, Willy Wonka, ahora mismo le conocerás...