4.9.09

Violeta

Despierta y sabe, como sólo una madre puede saber, que Violeta ya está en casa. Procurando no hacer ruido, empieza pasito a pasito la rutina que se ha establecido en estas situaciones: una valeriana con dos bolsitas y un tazón de cereales, que seguramente no haya cenado; entrar despacito en su cuarto (aunque ella no está dormida) y dejar la bandeja en la mesa; apartarle el pelo y darle un beso en la mejilla; coger la ropa que está en el suelo y echarla a lavar. Pero primero habría que ponerla en remojo, con lo mal que salen esas manchas. Y con lo bonita que es la blusa, ojalá no se estropee.

El día siguiente se levanta temprano; quiere desayunar con su niña antes de que se vaya al trabajo. Las dos tienen ojeras. Además Violeta se ha maquillado más de lo normal, para esconder algún golpe, pero parece contenta. Seguro que ha hecho lo que es debido. De fondo, la presentadora del telediario se lo confirma.

"... ha sido encontrado muerto en un parque cercano a la casa de su ex-mujer, que le había denunciado repetidas veces por maltrato y violación. Las autoridades... "

Las manchas de sangre y césped no han salido de la blusa, y le faltan un par de botones. Una pena, piensa la mujer. Con lo bonita que era.

2 comentarios :

  1. vittt dijo...

    justicia poética.
    estamos faltos de eso...

  2. Wintermute dijo...

    y que lo diga, caballero, y que lo diga.