1.11.09

[GN] Claves de la novela negra (I)

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La novela negra no es igual que la novela policiaca, aunque naciera a partir de ella. Ni siquiera tiene el mismo entorno, los mismos tópicos o la misma finalidad. En este post intentaremos definir la novela negra a partir de la contraposición con la novela policiaca, desde sus inicios (en los no tan felices años 30) hasta la actualidad. No de forma exhaustiva, no se me asusten...


Empecemos con la novela policiaca, que por algo es un cuervo el símbolo de este festival. La novela policiaca empezó siendo un entretenimiento para el lector, proponiéndole casos imposibles que se resolvían con explicaciones aún más imposibles. Su fundador es Edgar Allan Poe, en el s. XIX, con "Los crímenes de la calle Morgue". Este nuevo estilo lo adoptan los británicos, y a finales de este siglo surge uno de los detectives más conocidos de toda la literatura (del que soy fan): Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle. Con él llegaría la máxima expresión de la novela policiaca, tanto por los casos (de una complicación casi ridícula) como por la forma de resolverlos, siempre por deducción lógica; el cerebro de Holmes está adaptado a las ciencias aplicadas, que le ayudan a resolver los casos. Conan Doyle destierra lo sobrenatural y se queda con la lógica, introduciendo explicaciones racionales al misterio. En esta línea siguió Agatha Christie, con Miss Marple y Poirot, unos años más tarde. Para que se hagan una idea de las bases de toda buena novela policiaca, aquí les dejo las 20 leyes que redactó S. S. Van Dine en 1928.



En el s. XX se empieza a cocer la ruptura. Estas novelas llegan a EEUU, y los autores americanos quieren seguir por esa línea, pero no del todo. Les cuento:

- Hay un rasgo especialmente interesante en la escuela británica, y es que los casos ocurren y se resuelven en espacios cerrados. Esto representa tanto la interioridad doméstica de la época victoriana como que el caso estaba delimitado, no se relacionaba con la realidad social. Estas novelas llegan a EEUU, y aquí comienzan a ver a la misma realidad como escenario sórdido del crimen. Algunos motivos por los que esto ocurre son la Ley Seca, la ascensión de las mafias en la escala de poder (y, con ello, el gangsterismo), la caída de Wall Street en el 29, que estaban surgiendo los primeros sindicatos... se podría definir como "época convulsa". También podría definirse como "asco de vida", pero eso no lo dijeron en la charla (aunque seguro que lo pensaron). Hablaremos de esto más adelante.



- Otra cosa que les molesta a los americanos de los ingleses es su comportamiento, su forma de expresarse, el entorno de las historias. Los escenarios victorianos (Agatha Christie se movía en la aristocracia y la burguesía acomodada inglesa) y, sobre todo, la educación exquisita y las formas rimbombantes de expresión equivalían a falsedad e hipocresía.

Por tanto, atendiendo a los dos rasgos anteriores, la literatura policiaca de los americanos va a estar ambientada en la calle, en los estratos sociales más bajos, donde se ven crímenes cotidianos (y no asesinatos misteriosos con serpientes de cascabel que se cuelan en habitaciones cerradas). La cultura americana, aún formándose, necesitaba sus propias historias épicas, y si el western es la cara soleada de la moneda, el género negro es la cruz. La ciudad se convierte en una jungla nocturna, salvaje y violenta, que es el hábitat natural del detective. Y el detective... ah, éste sí que sufrió cambios.

Perdona, ¿que aquí no se puede qué?

Sí, amigos, aquí surge el detective rudo y directo, que precisamente por eso es mucho más real que el gentleman de lupa y pipa. Aquí nace el detective que bebe bourbon a morro, tiene una colilla eterna en las comisuras de los labios y mira siempre (siempre) de soslayo. Y si debe al casero dos meses de alquiler por la oficina-cuchitril, mejor. ¿Su misión? Desenmascarar la corrupción: la mafia empezaba a tener poder y, con él, a controlar los primeros estratos políticos de la sociedad. Esto implica, claro, a la policía. Y por eso hace falta alguien externo, alguien tan duro como el gángster más duro (y tan hijo de su madre como él, también), alguien que actúe según sus valores morales, que defienda al débil y destape toda la basura que los poderosos meten bajo la alfombra.

Lo dejamos aquí, por el momento. Próximamente: Dashiell Hammet y Raymond Chandler, las revistas pulp, Hollywood, evolución hasta la actualidad, por qué la novela negra sueca está pegando tan fuerte justamente ahora, y algo de novela negra del país. No se lo pierdan.