19.4.12

M. E. T. A.

...

Hmmmppfff...

...

Agg... Mis ojos...

¿Dónde carajo estoy?

Uf... No sé qué haría ayer, pero tengo la resaca más bestia de mi vida. Me volvería a acostar, si no fuera... si no fuera porque no veo la cama por ninguna parte. Hace frío en este sitio. Y no estoy solo.

Hay un tipo en medio de la habitación. No parece ni muy grande, ni muy fuerte. Habla en un lenguaje que no conozco, y cada palabra que dice me rebana el cerebro. Aunque no le entiendo, me quedo embobado escuchándole. Doy un paso hacia él, hacia el calor de las velas que hay en el suelo a su alrededor, y me siento.

De pronto, se calla. Salgo del trance, y veo que hay más como yo, sentados en círculo, despertando. En los ojos del tipo, que les mira uno por uno, descubro su inmenso poder, danzando al fondo como una llamita oscura.

Son viejos conocidos, ellos. Es bonito, el encontrarnos de nuevo en esta situación, en este plano. Es curioso, eso por descontado. ¿Por qué estamos aquí?

El tipo me mira con una sonrisa. Y entonces, en esa sonrisa, lo entendí todo.

Nos ha invocado.

Y, lo que es más sorprendente aún, hemos respondido.



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