Jornada laboral
8 - agosto - 07
Llego a las 10:30 (ehm... bueno, sí, un poco tarde).
Me encuentro con Fabio al llegar. No funciona internet. Ha habido problemas con el ADSL de la universidad (nos lo han dicho en un correo ¬¬), y sólo nos podemos conectar a las páginas internas. Además, él está a oscuras en su despacho, que no tiene ventanas. Los ordenadores, eso sí, van estupendamente.
Subo, y me paso por el despacho de Antonio, para dejarle mi nueva adquisición ^^ Anteayer me llegó el libro del gran Bruce Campbell, If Chins Could Kill, y estoy encantada. De momento, la introducción promete xDD
Llego, al fin, a mi despacho. Tengo suerte, yo sí que tengo ventanas y no me hace falta luz artificial (los ordenadores, repito, funcionan de lujo; ya se podían colgar), pero internet brilla por su ausencia. Me pongo el cd de las Cover Wars (nada como Bob Esponja rockeando por la mañana) aderezado con algunas canciones de Adriano Celentano, y empiezo a investigar en los DVD en los que volqué el disco duro de mi ordenador antiguo. Seguro que hay algo interesante.
Llaman por teléfono. Una voz masculina (de edad sin determinar) me pregunta por las convocatorias. Que por qué no han salido aún. Que el día del examen fue el 29 de junio. Cuando el hombre termina de darme todos los datos de las convocatorias en cuestión, insinúo que igual se ha equivocado de teléfono. Dice nosequé de dislexia numérica y me cuelga. Miro con recelo los detectores de humo. Por si acaso, busco micrófonos cerca de mi mesa.
¡Viene Juanra! El linuxero oficial ha estado un día y medio en la playa (suertudo), y ha cogido hasta color, distinto del blanco azulado del que hacemos gala la gente del departamento (sospecho que igual los zombis están dentro del edificio; estudiaré el caso). La parte mala es que ya se ha encerrado en la biblioteca entrenando para superar algún que otro combate en septiembre.
Y recordad, queridos niños: la lectura es más importante de lo que parece.
En uno de los DVD encuentro un documento absolutamente lamentable que escribí en primero de carrera, clasificando los diferentes grupos de personas cual pequeña Linneo, pero sin nombres en latín. Recuerdo que se lo dejé leer a la persona equivocada, y antes de que me diera cuenta estaba pinchado en el corcho de la clase. Lo releo y comprendo al fin por qué muchos de mis compañeros me dejaron de hablar.
Hora del café. No vamos a tomar café propiamente dicho, pero da igual. Salimos en busca de un supermercado barato donde poder conseguir algo rico (y aprovecho para comprar una miniensalada de lata para la comida). El algo rico acaba siendo una caja de heladitos de nata y chocolate sin palo. Nos los tomamos en el despacho de Fabio (quien también ha descubierto que no le funciona la llave, y ha tenido que pedir ayuda a la de la limpieza y al de seguridad). Ya tiene luz, al menos en su parte del despacho.
Fabio en su puesto de trabajo
Vuelvo a mi puesto de trabajo. El random ha sacado los Azucarillo Kings de dondequiera que estuviesen, menos mal que no hay nadie más aquí. Aparece uno de los técnicos de laboratorio perdidos. No va a haber internet en todo el día. Ya que viene, cambia el tóner de la impresora (que me da igual, porque casi no hay folios y las que nos los dan no vienen hasta el día 20). Sería una buena idea tener algún cuento de Fredric Brown para alternar con Mr. Campbell en el metro... pero se ha jodido nosequé otra cosa, y ahora tiene papel y tinta, pero no me hace ni puñetero caso.
Mi Caponata-boli se asoma con rencor desde detrás de la pantalla: la he dejado sola durante un buen rato. Le rasco la cabecita plumífera y sigo entre bytes, shorts y ToolkitConstants. Por primera vez, llegan las dos casi sin darme cuenta. La impresora saca dos hojas que parecen de Fabio, que está en un pasillo paralelo al mío. Debe tener también problemas con esto, menos mal que es italiano y se toma las cosas con calma.
Aquí los padres de mi Caponata (en verde y amarillo) con unos amigos en un guateque.
Ella ha salido a su madre.
Antonio y él vienen a buscarme para comer. Hoy, sólo Antonio trae comida de verdad: mi ensaladita no se parece demasiado a la foto que viene en la tapa, y Fabio ha pedido en la cafetería un bocadillo de tortilla (de dudosa procedencia). Aprovecho que no me voy a pesar hasta septiembre (total, ya la operación bikini tiene poco sentido) para proponer ir a por una caja de heladitos de limón :)
Después de comernos cada uno el nuestro, buscamos al estudioso Juanra por la biblioteca para darle el cuarto. No le encontramos. Hmpf. Pues se queda sin heladito.
Antonio lee el documento infame, y dice que no es tan ofensivo como se imaginaba. Desde luego que no; la gente te retira el saludo por cualquier tontería. Total, si yo, que estoy en la otra punta de la clase, escribo que alguien vive por y para procesar información, supongo que todo el mundo se habrá dado cuenta a estas alturas ya...
Saricchiella en su primer año de carrera. Ahh, los viejos tiempos...
Mi programa sigue sin funcionar, pero me da fallos nuevos (debo estar avanzando). Estoy por echar un ojo a los doce primeros capítulos de la primera temporada de Supernatural que acabo de adquirir, pero me contengo. Aún no me fío de las lucecitas del detector de humo. Igual lo pongo y me llama otra voz masculina (de edad sin determinar) a preguntarme por convocatorias.
Internet sigue sin ir. Creo que tengo síndrome de abstinencia (uno de los indicios es que estoy escribiendo esto en el bloc de notas). No soy la única: Antonio viene a verme un rato, aburrido de reparar la conexión de su portátil cada dos minutos. Seguro que me han enviado miles de correos interesantísimos, y que todos los blogs que visito han actualizado precisamente hoy. Igual con varias entradas incluso.
Me da que esto va a ser extrañamente familiar... es cuestión de tiempo.
Parece que la banda sonora de Amelie no me termina de inspirar. Esto sigue fallando sin sentido. He conseguido imprimir un fichero de prueba en la impresora, parece que sólo necesita tomarse el tiempo necesario. Vaya, no era éste. Veamos... Ah, aquí está. Imprimir. Seguro que cuando lo vea en papel aparece el estúpido fallo delante de mis narices. Mientras tanto, voy a echar un vistazo al libro de Bruce Campbell... sólo a las fotos.
¿Qué? ¿Las siete?? Aaaaaaaaaggg!!! Llego tarde!! vale, vale, tranquilidad. Tengo el código en papel, me lo llevo a casa y allí ya lo miro despacio. Claro. Solucionado. Seguro que tengo tiempo.
La verdad es que cuando estoy sola en el despacho, parece que me cunde más y todo.
7 comentarios :
Uhmmmm... ¿zombies en una biblioteca?
Podría ser un tema interesante.
Trabajar en agosto es muy muy curioso. Además conoces a gente interesante... en mi caso estoy conociendo a mogollón de turistas que no saben mandar un correo si no es con Outlook. Intenta explicarles como va el correo web... en inglés. Además TODOS han olvidado su contraseña.
Bueno... ya queda poco para Septiembre. Sitgeeees, vacaciooooones.
Saludos.
xDD Yo ahora me paso por la de la universidad y veo a alguno que otro... tendré que hacer un estudio.
Eso me recuerda a cuando era encargada de aulas informáticas, y vinieron todos los estudiantes de la Universidad para Mayores... a hacer sus prácticas de las clases de informática. Hasta me enseñaban las fotos de sus nietos, encantadores todos, por si quería que me invitaran a una cocacola...
Ains... vacaciones... suena taaaaaan bien...
Saludos! :)
Ains, yo estoy a punto de volver a experimentar lo que es currar en agosto, en un par de días vuelvo al tajo. Y no veas qué pereza da...
Pues yo hasta tengo ganas de volver y todo :) Aunque seguramente me bastará una hora con Symbian para querer volver a freírme bajo el sol de Córdoba...
Que voy para allá!! :D :D
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PD: Heladitooooos... heladitoooooos... agagagaaahh...
Juanma: Yo estoy deseando que llegue el viernes 31 para empezar a planear mis vacaciones de verdad (15 días!! para mí sola!! :D no sé qué voy a hacer con tanto tiempo...) mientras tanto, aprovecharé la conexión para bajarme cierta serie cancelada de conductores, de cierta página que usted, señor experto de tv (uops, perdón), ha dejado caer en algún comentario. Ya estaba en ello con la de Supernatural (qué diálogos, dios mío, qué diálogos...).
Saludos, y mucho ánimo! :D
Estrella: Mi pequeña!! :D Jo, te echo un montón de menos! Tengo que admitir que la cosa ha ganado mucho en comodidad desde que cambiamos las tartas hechas en casa por los helados prefabricados, pero creo que esto en invierno no se va a poder mantener... así que aprovecha! :D
Seguro que los pequeños punteros han disfrutado de las vacaciones y ahora a la vuelta se portan mejor que cuando te fuiste :)
:*********!!!
Cachiss!!! me quedé sin helado por tontolaba (y encima estaba en mi labo xD)
se te emplea, por no estar estudiando xDD (o dormitando encima de una mesa de la biblioteca, que te habríamos encontrado igual). Tanto internet, tanto internet...
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