Se busca

Os presento mi cómic favorito de todos los tiempos:

"En busca de la Piedra Zodiacal". Es el mejor cómic que he leído de Disney (aunque la adaptación del Anillo de los Nibelungos también está bastante bien), y lo presté (aaarrrggg) y nunca más volví a saber de él. Para que te fíes de los amigos ¬¬

En este cómic participan en equipo Mickey y Donald (con amigos y familiares de cada uno) para resolver el misterio de la Piedra Zodiacal, buscando los doce medallones que la forman viajando por el mundo entero (y parte del extranjero). Por si esto fuera poco, cada búsqueda tiene algo que ver con el signo del zodiaco del medallón que están buscando. Vamos, que mola muchísimo. Y nada, que no hay manera de encontrarlo :(

El que espero que no se me pierda nunca, y que os vendrá bien si os habéis animado a la cocina con el post anterior: el Manual de Cocina de la Abuela Pato


Imprescindible. Desde el principio de los tiempos hasta la carrera espacial, el libro hace un recorrido histórico de impresión, con varias recetas por cada etapa histórica. Además, claro, está completamente ilustrado, con Jorgito (o Juanito, o Jaimito) Moctezuma o Donald Atila. Las recetas son muy fáciles, la mayoría son para preparar una merienda o cosas ricas y facilitas para una fiesta con amigos, pero también están la tortilla de patata o el steak tartare. Así que es para todas las edades ^^ y muy recomendable.


Y el Corsario Donald llegó a puerto, y fundó Patolandia. Y esta ciudad se llenó de personajes, sobre todo de grandes secundarios, como Ungenio Tarconi o Joe McQuack (aunque creo que este último sólo estaba en la serie de dibujos). Para que no os perdáis, aquí tenéis un arbol genealógico.

Ahora que soy mayor, me he desengañado descubriendo que Disney no hacía todo el trabajo de su empresa. De momento han aparecido Carl Barks y Al Taliaferro, pero si alguno conoce más, le agradeceré que siga desvelándome los nombres que se esconden tras la gran D :)


Quaaackk!!

Peligro: territorio comanche

Estoy aprendiendo a cocinar.

Así es, queridos. Por primera vez me enfrento a los rigores de las tareas caseras en su plenitud, sin posibilidad de escaqueo. Y he decidido aprovechar para aprender a hacer cosas ricas... aunque de momento me conformo con que sean comestibles.

Para conseguir mi propósito, me he armado de valor y herramientas varias. Cocina para ingenieros en pantalla, para hijos emancipados en papel (y algún enlace más por si acaso). Mi diablito personal me susurra al oído que no sea tonta, que total, con toda la comida que se vende ya preparada, ya son ganas de complicarse la existencia. Lo dice porque él sólo sabe hacer tallarines al queso de sobre... pero le salen muy ricos, así que me lo pienso... pero no desisto.


Melón con jamón cool-style
Y es que cocinar es mucho más divertido de lo que parece ^^ Además... tampoco puede ser tan difícil, no? Con el Título Vitalicio de Mejor Tortilla de Patatas del Mundo Mundial por parte de madre (título que, casualmente, ostentan el 80% de las madres... y algún que otro administrador de linux, o al menos eso dice), y con mi padre como experto elaborador de tapas en general (y pijaditas en particular), algo tendré ganado, digo yo. Aunque sea sólo por genética.

Por tanto, he estado trasteando con alimentos y sartenes y tal, y aún sigo viva para contarlo :) He hecho hamburguesas (porque amasar la carne picada con las manos mola mogollón), pasta con un montón de salsas diferentes (ay, los espaguetis, qué agradecidos son...), guacamole con doritos (mejor los blancos, que los otros, aunque le dan un saborcito muy rico, se rompen enseguida) y una mousse de limón muy simple, muy acidita y muy buena :D Y miles de ensaladas ^^


¡Ñam!
De todas formas, para cosas que requieren más atención que unos espaguetis, soy torpe al extremo. Y, como no había nadie a quien preguntar por la preparación de cosas como la tortilla de patata (por ejemplo), pues he encontrado esta página, donde unas señoras muy agradables te enseñan a cocinar en vídeo ^^ Lo malo es que o presto atención al vídeo o a la cocina, así que la cena se quedó sin hacer... nada, ensaladita :)

De todas formas, ya me han vetado el acceso a los fogones, así que, como alternativa (y para evitar que os salte el aceite, que os queméis con el horno y todas esas cosas tan poco consideradas por la sociedad), os propongo que utilicéis el microondas para algo más que para calentar el café de por la mañana. O que, mientras veis algún programa de cocina creativa de éstos tan chulos que hay ahora (como el de Oliver's Twist, de fusión), echéis un vistazo a esta paginita, donde podéis crear vuestro propio recetario (y donde las recetas están clasificadas, entre otras cosas, por dificultad... las Muy Fáciles tienen buena pinta, incluso). Si el que no come bien es porque no quiere...

¡Que os divirtáis! :D

Viajes con pelusa: Cudillero

Hola! :D Al fin, Saricchiella ha tenido tiempo de deshacer la maleta y me ha sacado del neceser. Que vacaciones, lo que se dice vacaciones, no tendrá, pero desde que leyó el proyecto no ha pasado un solo fin de semana en casa... Os contaré los viajes que se ha hecho la pobre cucarachita, que, a día de hoy, odia oficialmente a una de sus dueñas.

La valiente Cucarachita Plateada posa con la brisa marina ondeando su antena de la radio
Empecemos por el final. Cosas que hemos aprendido en... Cudillero.


Ver mapa más grande
- Primero, y ante todo, no os fiéis NUNCA por completo de un GPS. La mujer que os habla no siempre sabe más que vosotros sobre dónde vais, y es probable que, si crees que te está llevando en dirección contraria, te ESTÉ llevando en dirección contraria. Ahorraré los detalles, pero nosotros queríamos ir a una calle de Cudillero, y la amable señorita nos dijo las míticas palabras ("Ha llegado a su destino") en medio de una montaña con frondosa vegetación, en una carretera camino de cabras de doble sentido que era demasiado estrecho para un solo coche. Y con un acompañante aterrorizado, por cierto (demasiadas películas de asesinatos en bosques y tal). Aquí el camino en cuestión. Nosotros seguimos más allá de Troncedo, por si alguno se lo pregunta...


A la izquierda, el camino (y la antena de GPS, cómplice del intento de perdernos).
A la derecha, un recuerdo de la (única) señalización del trayecto.
- Los viajes no se hacen tan largos si llevas la música adecuada para cada ocasión. ¿Qué mejor banda sonora para los campos de Castilla que un buen recopilatorio country? A pesar de haber conocido, en mi condición de pelusa viajante, a tejanos de sombrero y espuelas, ha sido ahora cuando he descubierto a grandes como Dolly Parton o Johnny Cash (looof... is a bornin fleeeeiimm...), y a otros quizá menos conocidos como Rodney Atkins (y su visión del amaraliano tema de los amigos) o Charlie Daniel's Band y su "Devil went down to Georgia", un favorito personal de Saricchiella desde este vídeo:


- La paradoja del viaje: es casi imposible comerse todo lo que un asturiano te pone en un menú, pero es casi inmoral dejarlo en el plato. Como en Viena, me alegré de ser una pelusa. El perol "individual" con tres raciones de crema de verduras estaría muy bien para un bañito revitalizante de la piel y tal, pero de primer plato... y en la cena...

- Cuidado con los baños de los hostales. Los amigos que nos esperaban allí atestiguan que las habitaciones aprovechaban el momento en que se duchaban para cumplir su sueño secreto: convertirse en piscina. Aún no saben cómo un simple descuido (dejarse la cortinilla por fuera de la bañera) pudo acabar con el cuarto entero inundado a la altura del tobillo. Quizá por eso (y por la bronca límite que mantuvo uno de estos amigos nuestros con el dueño del hostal) nuestra habitación tenía ducha con mampara.


A esto aspira toda habitación de hostal que se precie.
- Cudillero tiene, incluso, idioma propio: el pixueto (un señor está haciendo un diccionario y todo). No oímos a mucha gente hablarlo, creo, aunque a las cajeras del Alimerka se les entendía bastante poco a veces...


¡Hola, Alimerkita! ^^
- Medio día de playa también da para ponerse moreno!! :D en mi caso, para ponerse coloradito.


- Y, para terminar, algo que seguro que sabéis: el mundo es un pañuelo, y más cuando se está de vacaciones. Paseando por un puerto lleno de turistas nos encontramos inesperadamente con unos familiares de Saricchiella. Lo gracioso es que estos familiares, antes de que nos vieran, nos hicieron una foto sin querer. Y lo mejor de todo es que es la mejor foto que tenemos los tres juntos del viaje. Nada menos que nuestro primer robado! :D


¿Cómo? ¿No nos veis bien? No pasa nada, hacemos un pequeño zoom a la foto y...


Así mejor ^^ Es lo que pasa cuando se pasea con un personaje público de la talla de nuestro misterioso acompañante, que tarde o temprano tenía que pasar...

Hasta el próximo viaje! :D

Jornada laboral

8 - agosto - 07

Llego a las 10:30 (ehm... bueno, sí, un poco tarde).

Me encuentro con Fabio al llegar. No funciona internet. Ha habido problemas con el ADSL de la universidad (nos lo han dicho en un correo ¬¬), y sólo nos podemos conectar a las páginas internas. Además, él está a oscuras en su despacho, que no tiene ventanas. Los ordenadores, eso sí, van estupendamente.

Subo, y me paso por el despacho de Antonio, para dejarle mi nueva adquisición ^^ Anteayer me llegó el libro del gran Bruce Campbell, If Chins Could Kill, y estoy encantada. De momento, la introducción promete xDD


Llego, al fin, a mi despacho. Tengo suerte, yo sí que tengo ventanas y no me hace falta luz artificial (los ordenadores, repito, funcionan de lujo; ya se podían colgar), pero internet brilla por su ausencia. Me pongo el cd de las Cover Wars (nada como Bob Esponja rockeando por la mañana) aderezado con algunas canciones de Adriano Celentano, y empiezo a investigar en los DVD en los que volqué el disco duro de mi ordenador antiguo. Seguro que hay algo interesante.

Llaman por teléfono. Una voz masculina (de edad sin determinar) me pregunta por las convocatorias. Que por qué no han salido aún. Que el día del examen fue el 29 de junio. Cuando el hombre termina de darme todos los datos de las convocatorias en cuestión, insinúo que igual se ha equivocado de teléfono. Dice nosequé de dislexia numérica y me cuelga. Miro con recelo los detectores de humo. Por si acaso, busco micrófonos cerca de mi mesa.

¡Viene Juanra! El linuxero oficial ha estado un día y medio en la playa (suertudo), y ha cogido hasta color, distinto del blanco azulado del que hacemos gala la gente del departamento (sospecho que igual los zombis están dentro del edificio; estudiaré el caso). La parte mala es que ya se ha encerrado en la biblioteca entrenando para superar algún que otro combate en septiembre.


Y recordad, queridos niños: la lectura es más importante de lo que parece.
En uno de los DVD encuentro un documento absolutamente lamentable que escribí en primero de carrera, clasificando los diferentes grupos de personas cual pequeña Linneo, pero sin nombres en latín. Recuerdo que se lo dejé leer a la persona equivocada, y antes de que me diera cuenta estaba pinchado en el corcho de la clase. Lo releo y comprendo al fin por qué muchos de mis compañeros me dejaron de hablar.

Hora del café. No vamos a tomar café propiamente dicho, pero da igual. Salimos en busca de un supermercado barato donde poder conseguir algo rico (y aprovecho para comprar una miniensalada de lata para la comida). El algo rico acaba siendo una caja de heladitos de nata y chocolate sin palo. Nos los tomamos en el despacho de Fabio (quien también ha descubierto que no le funciona la llave, y ha tenido que pedir ayuda a la de la limpieza y al de seguridad). Ya tiene luz, al menos en su parte del despacho.


Fabio en su puesto de trabajo

Vuelvo a mi puesto de trabajo. El random ha sacado los Azucarillo Kings de dondequiera que estuviesen, menos mal que no hay nadie más aquí. Aparece uno de los técnicos de laboratorio perdidos. No va a haber internet en todo el día. Ya que viene, cambia el tóner de la impresora (que me da igual, porque casi no hay folios y las que nos los dan no vienen hasta el día 20). Sería una buena idea tener algún cuento de Fredric Brown para alternar con Mr. Campbell en el metro... pero se ha jodido nosequé otra cosa, y ahora tiene papel y tinta, pero no me hace ni puñetero caso.

Mi Caponata-boli se asoma con rencor desde detrás de la pantalla: la he dejado sola durante un buen rato. Le rasco la cabecita plumífera y sigo entre bytes, shorts y ToolkitConstants. Por primera vez, llegan las dos casi sin darme cuenta. La impresora saca dos hojas que parecen de Fabio, que está en un pasillo paralelo al mío. Debe tener también problemas con esto, menos mal que es italiano y se toma las cosas con calma.


Aquí los padres de mi Caponata (en verde y amarillo) con unos amigos en un guateque.
Ella ha salido a su madre.

Antonio y él vienen a buscarme para comer. Hoy, sólo Antonio trae comida de verdad: mi ensaladita no se parece demasiado a la foto que viene en la tapa, y Fabio ha pedido en la cafetería un bocadillo de tortilla (de dudosa procedencia). Aprovecho que no me voy a pesar hasta septiembre (total, ya la operación bikini tiene poco sentido) para proponer ir a por una caja de heladitos de limón :)

Después de comernos cada uno el nuestro, buscamos al estudioso Juanra por la biblioteca para darle el cuarto. No le encontramos. Hmpf. Pues se queda sin heladito.

Antonio lee el documento infame, y dice que no es tan ofensivo como se imaginaba. Desde luego que no; la gente te retira el saludo por cualquier tontería. Total, si yo, que estoy en la otra punta de la clase, escribo que alguien vive por y para procesar información, supongo que todo el mundo se habrá dado cuenta a estas alturas ya...


Saricchiella en su primer año de carrera. Ahh, los viejos tiempos...
Mi programa sigue sin funcionar, pero me da fallos nuevos (debo estar avanzando). Estoy por echar un ojo a los doce primeros capítulos de la primera temporada de Supernatural que acabo de adquirir, pero me contengo. Aún no me fío de las lucecitas del detector de humo. Igual lo pongo y me llama otra voz masculina (de edad sin determinar) a preguntarme por convocatorias.

Internet sigue sin ir. Creo que tengo síndrome de abstinencia (uno de los indicios es que estoy escribiendo esto en el bloc de notas). No soy la única: Antonio viene a verme un rato, aburrido de reparar la conexión de su portátil cada dos minutos. Seguro que me han enviado miles de correos interesantísimos, y que todos los blogs que visito han actualizado precisamente hoy. Igual con varias entradas incluso.


Me da que esto va a ser extrañamente familiar... es cuestión de tiempo.
Parece que la banda sonora de Amelie no me termina de inspirar. Esto sigue fallando sin sentido. He conseguido imprimir un fichero de prueba en la impresora, parece que sólo necesita tomarse el tiempo necesario. Vaya, no era éste. Veamos... Ah, aquí está. Imprimir. Seguro que cuando lo vea en papel aparece el estúpido fallo delante de mis narices. Mientras tanto, voy a echar un vistazo al libro de Bruce Campbell... sólo a las fotos.

¿Qué? ¿Las siete?? Aaaaaaaaaggg!!! Llego tarde!! vale, vale, tranquilidad. Tengo el código en papel, me lo llevo a casa y allí ya lo miro despacio. Claro. Solucionado. Seguro que tengo tiempo.

La verdad es que cuando estoy sola en el despacho, parece que me cunde más y todo.

Agosteando

No me molesta trabajar en verano. Además, estoy acostumbrada a perder veranos enteros en esa especie de limbo "sí, sí, calorcito y tal, pero vete preparando" que es tener exámenes en septiembre, así que este año voy a trabajar con ganas incluso ^_^

Lo que yo no sabía es que el mundo se acaba.

¡¿Qué?! ¿¿El Saloon también está cerrado por vacaciones??
Es como si hubiese pasado una misteriosa bomba selectiva por la ciudad. Abren algunas tiendas salteadas, los supermercados y las zapaterías en rebajas (debe ser para que, además, nos torturemos con las rozaduras de las sandalias horrendas que venden... menos mal que también abre la parafarmacia). En la universidad, en administración de alumnos, abren. Pero no se hace nada (así, textual, nos lo dijeron). Los edificios cierran algunas de sus puertas con llave. Sólo abre una cafetería, y sólo hasta las tres. Y los pasillos están completamente vacíos.


Con la suficiente sugestión, se podría pensar que los que nos quedamos aquí somos los únicos supervivientes de una epidemia zombi que ha acabado con el mundo tal como lo conocíamos... Por lo que pueda pasar, me estoy estudiando el especial Verano Zombie en Volatilis, a ver si consigo aprobar el test. Nunca se es demasiado precavido.

To-do list

*yawn* ... buenos días a todos... AAAAAAGGG!!! TARDE! TARDE! TARDEEE!!!

Qué fuerte, hemos cambiado de mes ya!! :O Y yo con estos pelos... Con la cantidad de cosas que había pensado hacer "cuando tenga tiempo", y lo distintas que son de lo que hago "ahora que tengo tiempo" (básicamente, dormir y gansear). Y esto no puede ser!!

Lista de cosas que hacer post-proyecto
- Retomar el alemán
- Darle un aire nuevo a Webmissstresss (que vuelve a admitir encargos, claro ^^).
- Aprender a cocinar! :D (agradecería ayudas y consejos: sé que si cueces demasiado un huevo salta y se queda estampado en el techo, y que las albóndigas, si no son de mi madre, pueden usarse para jugar al golf) (también sé hacer pastel de chocolate ^^ eso siempre sale bien).
- Informarme de bares para tapas-tour, por si acaso el punto de arriba no termina de cuajar.
- Seguir escribiendo, revisar lo que dejé colgado y terminarlo (a lo mejor Sathara aún no se ha olvidado de mí)

... y aprender a organizarme. Además, nos ronda un proyecto innovador a llevar a cabo a partir de este verano, y del que no puedo hablar porque aún no sé nada. Apenas nada. Sólo el nombre, pero no os lo voy a decir. No. Que no, leche. Permanezcan atentos a sus pantallas, seguiremos informando ;)