Viajes con pelusa: Ribadesella
Wow!! Llevaba tanto tiempo sin salir de viaje con Saricchiella que ya ni me acordaba de cómo era ir metido en el neceser. Así que, cuando me dijo que preparara mis cosas, no tardé ni dos minutos en estar listo. Bueno, tampoco tenía mucho que preparar.
- ¿Y dónde vamos?
- A casa de una amiga.
- ¿Pero dónde? ¿Tiene mar? Me encanta el mar.
- Ya lo verás.
- ¿Y quiénes vamos?
- Es un viaje de chicas, así que procura que no te vean.
- ¿De chicas? ¿Y nuestro misterioso acompañante no viene?
- No, se queda actualizando y jugando a la consola. Tampoco vamos con la Cucarachita Plateada. Este viaje va a ser bastante distinto.
- ¿Y por qué tardas tanto en hacer la maleta?
- Jo, porque no sé qué llevarme... He visto que va a llover, pero también hará sol. Dice mi amiga que hace viento y fresquete, pero parece que las temperaturas van a estar bastante altas cuando no lo haga. Creo que voy a optar por el look bikini + chubasquero, que nunca falla.
En fin... Bueno, que ni cortos ni perezosos nos pusimos en marcha al enigmático viaje.
Cosas que hemos aprendido en Ribadesella
- Advertidos íbamos: "Sí, sí, hace solecito, pero después del puerto nunca sabes". Al salir de uno de los mil túneles que van de León a Asturias, la niebla apenas nos dejaba ver el coche de delante. Pasó un rato hasta que distinguimos que delante de él había un autobús, y al menos tres ratos después pudimos adelantarle y seguir a más de 40 km/h.
- Asturias huele a monte, a eucaliptales y a hortensias moradas, y a veces a una mezcla rara de eso con mar. Y el mar... lo ves quieto en el horizonte, como entreteniéndose en hacer olas de bandera amarilla, pero un vistazo a los acantilados que rodean las playas te deja claro que es sólo eso, un entretenimiento. Y que no quieres verle cabreado de verdad.
- La tradición se ha modernizado: no sólo hay recipientes especiales para que los camareros no manchen el suelo al escanciar la sidra, sino que incluso hay máquinas para que la escancies tú (y les dejes seguir sirviendo, hombre). Por cierto, hablando de sidras, ¿alguien sabe por qué se ponen siempre dos vasos, sean las personas que sean? ¿Para fregar lo justo?
- Cosas que deberían ser fijas en toda casa de veraneo que se precie: una lista con los días de mercadillo de los pueblos de alrededor. Pero en la pared de la cocina, o pegada en la nevera, que se vea bien. Ah, por cierto, los de los puestos no se andan con chiquitas... avisados quedáis.
- Cosas que deberían estar limitadas en vacaciones: la cantidad de comida diaria. Hay que asumir que, si vas cuatro días a un sitio, no puedes probar todos los platos típicos (y no tan típicos) de ese sitio. Aunque esté todo rico (Casa Pancho). Comer fue la segunda cosa en la que más tiempo invirtieron las cuatro viajantas.
- Y esto nos lleva a otra cosa que debería estar limitada: tiempo de marujeo después de las doce de la noche. Que luego dan las cuatro y aún se oyen carcajadas desde fuera, vamoshombre. Y al día siguiente a las diez arriba, que claro, querrán las doñas flores ver sitios y hacer cosas de guiri. Así pasó, que me podía haber escondido en las ojeras de Saricchiella y nadie me habría visto en las fotos.
- No sé qué afán tienen en el norte con las carreteras estrechas, pero la mitad de los kilómetros recorridos con nuestro nuevo amigo, Bautista, fueron por caminos en los que cruzábamos los dedos por que no viniera de frente un tractor. Eso sí, qué paisajes... y qué hortensias, tan moradas y tan azules y tan rosas, ¡y tan grandes!
Cuando te aparecen sitios como éste, se te olvidan las curvas asesinas.
- Cosas que te puedes encontrar yendo por carreterucas de carril y medio: una cueva natural impresionante, con sus estalactitas, sus estalagmitas y su corriente heladora atravesándola.
- Del creador de "Qué alegría, qué alboroto, se han llevado una minimoto" llega la escalofriante segunda parte: "Premio vacilón para el chico del sobretón" (pronúnciese con n nasal). Después de escucharlas sin descanso durante una cena, estas frases le perseguirán hasta en sus peores pesadillas. De hecho, es posible que usted mismo cree rimas nuevas, expandiendo la epidemia. Moraleja: si el pueblo está en fiestas, busca un restaurante lo más lejos posible de la tómbola.
- Los asturianos, encantadores. En los pueblucos todos contestaban a nuestros saludos con una sonrisa, y las veces que dudábamos del camino (que no fueron pocas) nos indicaban dando consejos sobre qué bar es mejor y por dónde se va más rápido. Lástima que para uno que conocemos así más en directo sea el asturiano tontín. No quiso escanciar sidra (y sabía), sólo oía lo que quería oír y encima se comió los cruasanes reservados para el desayuno de las chicas. Hmpf.
Y dejo otra foto del mar porque yo lo valgo. Ale.
Hay más, mucho más, pero es tarde y tengo que prepararme. Mañana empieza oficialmente un curso al que Saricchiella está apuntada, y no es un viaje propiamente dicho (vamos, que no nos movemos mucho), pero los 22 guiris asistentes prometen hacer de esta semana que viene una experiencia bastante europea. ¡Seguiremos informando!
pd.- Besos mil a las tres acompañantes, aunque ellas no me hayan visto (o igual sí, he intentado ser discreto) :)
3 comentarios :
Oiiiiiiiii, Chuku en canoa!
(Luego miro el resto :P)
Muy buena tu crónica del viaje y muy buenas las fotos pero echo ehn falta un lugar emblemático de Ribadesella que ningún guiri que se precie se puede perder, el puente de Ribadesella.
Que vamos es un puente como otro cualquiera, un pelín largo para dar un buen paseo..., pero si de paso que lo cruzas te cambias un par de veces de acera "para hacer fotos" o para adelantar a los otros "paseantes" pos da mucho juego, oye.
Prometo fotos para ilustralo...
Forfy: Sólo Chuku, al menos este viaje ^^
Oxum: Claro, claro, pero el puente de Ribadesella es un lugar "a descubrir por el visitante" xD me gustaría que estuviera en alguna guía: "El puente de Ribadesella, de indudable valor histórico, es ideal para hacer el payaso cambiando de acera sin motivo ni razón".
Grandes, las fotos xDDD
:***!!!
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